El Árbol de la Vida es un amuleto con un significado y propiedades fundamentales para nuestro bienestar.
El Árbol de la Vida es uno de los símbolos celtas más importantes, pues es el símbolo que representa la misma esencia de este legendario pueblo que se asentó por distintas zonas de Europa y entre ellas, en el norte de España.
Y es que los pueblos del norte de España beben de esta maravillosa cultura celta. Son descendientes directos de los celtas.
Para los celtas la naturaleza, la madre tierra y lo que esta les proporcionaba era fuente de vida ( y sigue siendo así para todos nosotros)
Y dentro del enorme ecosistema que engloba la Naturaleza, consideraban que los árboles eran la pura esencia de la vida. Pues son quienes hacen posible que respiremos, y en definitiva, que podamos vivir.
Partiendo de esta filosofía de vida es fácil imaginar que vivían en plena hermandad con la naturaleza.
Los árboles les proporcionaban todo lo que necesitaban para subsistir: pues a parte de permitir que entrara aire en sus pulmones, les daba cobijo, protección y material para hacer fuego.
Y gracias a ese fuego podían alimentarse y calentarse.
Pero además para los celtas, los árboles tenían un sentido aún mucho más profundo:
Debido a que las raíces del árbol se sumergían en el suelo mientras sus ramas se elevaban al cielo, los druidas lo consideraban el símbolo de la relación entre la tierra y el cielo.
En el Árbol de la Vida se concentran los 4 elementos esenciales: Tierra, fuego, agua y aire.
El Fuego es la luz del sol que da energía al árbol, el Agua es la esencia vital que lo mantiene vivo, la Tierra es la base donde se sostiene y se nutre y el Aire es el medio a través de la cual el árbol se comunica y da vida a su entorno.
Para entender la envergadura del significado de este importantísimo símbolo celta es necesario conocer en profundidad cada uno de sus elementos:
- Las hojas, por su acercamiento al sol absorben y acumulan la energía que se traduce en curación física, espiritual y emocional.
- Las ramas son la base de la subsistencia del árbol, a través de ellas el árbol se extiende hacia el exterior consiguiendo que las hojas se acerquen al sol proporcionando así alimento a todo el árbol.
- Las raíces profundas son el anclaje del tronco que sostiene todo el Árbol de la Vida.
- El fruto representa la alegría que se entrega a los demás.
- El Árbol de la Vida también está relacionado con El Ciclo de la Vida:
- nacimiento, representado por sus profundas raíces.
- Nuestra vida, representada por el tronco que va creciendo en dirección al cielo.
- Las ramas, con sus innumerables bifurcaciones, representan los cruces de camino que nos vamos encontrando a lo largo de nuestra vida y que nos obligan a tomar decisiones.
Por ese motivo, para los celtas los árboles eran elementos sagrados a los que tenían el máximo respeto.
Tantísimo respecto como tenían a sus Druidas, pues estos fueron quienes hicieron posible que el pueblo celta haya subsistido a lo largo de los siglos, se haya expandido por Europa y haya llegado hasta nosotros tantísimos siglos después y podamos disfrutar de su valioso legado.
No podían concebir la vida sin los Árboles y sin los Druidas.
Y es que además fueron los druidas quienes se encargaron de transmitir al pueblo celta la importancia de cuidar y vivir en armonía con la naturaleza porque está era quien hacía posible la vida misma.
Para los druidas, el bosque era una escuela de donde obtenían el conocimiento de las plantas.
Conocían como la palma de su mano, cada planta, cada árbol, cada flor y de ellos obtenían los ingredientes necesarios para:
- Crear pócimas muy diversas como podía ser por ejemplo, proteger al pueblo frente a determinadas estrategias de ataque de otros pueblos.
- Realizar sus propios remedios medicinales para tratar las distintas enfermedades y dolencias de los celtas en una época en que no existían los fármacos y se encontraban muy lejos aún de la medicina tal como la conocemos a día de hoy.
Y en definitiva, los druidas han sabido establecer una relación de perfecta armonía con el bosque.
Han obtenido lo que necesitaban de los bosques para mantener con vida al pueblo celta, pero sin cercenarlo, todo lo contrario, tomando aquello que necesitaban, pero con el cuidado y el respeto que merece aquello que consideraban nuestra fuente de vida.
Por este motivo, era habitual que plantaran un Roble en el centro de cada nuevo poblado celta, para que este les bendeciera con toda su plenitud.
El Árbol de la Vida es un amuleto que trae beneficios muy positivos en la vida de quien lo porte consigo, pues tiene la capacidad de atraer energías positivas y buenos deseos, tanto a su portador como a su entorno.
Este amuleto lo puedes adquirir en forma de colgante o de pendientes para ti o para regalar a una persona que sea importante para ti.